El primer tercio de la ronda italiana se ha solventado con un mínimo de espectáculo, una resistencia brutal de Juanpe López vestido de rosa, algunos petardazos de importancia —como el de Simon Yates en la subida del Blockhaus— y una terna de favoritos que se ha achicado. Y es que tras las primeras nueva etapas, que han llevado al Giro de Hungría, a Sicilia y, por fin, a la bota italiana, los candidatos que sobreviven ya son pocos. Tan pocos como cuatro: Richard Carapaz, Romain Bardet, Mikel Landa y Joao Almeida.
El ecuatoriano sigue siendo el nombre señalado por las casas de apuestas para llevarse el Giro 2022, pero su suerte se tendrá que decidir en la tercera y última semana. Ahora, tras el descanso del lunes 16 de junio, se inicia una segunda fase en la que destaca la media montaña. Las etapas de un perfil favorable para los escapados son mayoría —las de martes, jueves y viernes—, mientras que la montaña queda para el fin de semana. Habrá que ver si esto permite ver un poco más de espectáculo.
Esperando a la tercera semana
Siempre se dice que cualquier vuelta grande es una carrera de resistencia, pero esto siempre es especialmente cierto con el Giro d’Italia. El recorrido de la ronda italiana suele acumular más dureza que cualquiera de las otras dos vueltas de tres semanas —la Vuelta a España y el Tour de Francia— y, además, suele dejar una gran parte de esta para los últimos días. En parte por ello y en parte por el conservadurismo de los equipos, las primeras nueve etapas del Giro se han saldado con cierta calma chicha.
Fuera de ataques salvajes que modificasen brutalmente la lucha por la victoria final en la clasificación general, la primera semana ha dejado pequeñas historias, secundarias. La de Mathieu van der Poel, que se llevó la victoria en la primera etapa y defendió la maglia rosa en la crono del segundo día, tal y como había hecho en el Tour 2021. La defensa de ese mismo liderato que Juanpe López ha hecho desde el Etna. Y la de algunos corredores que parecían optar a la victoria final que ya se han caído de esa carrera: Simon Yates, Wilco Kelderman, Giulio Ciccone, Tom Domoulin o Iván Ramiro Sosa. Por resto, poco más.
Un inicio inmejorable
Bien es cierto que la cosa ha ido de menos a más. Salvo por el hecho de hacerse en un país que vulnera los derechos humanos, la salida de Hungría dio el espectáculo que muchos esperaban. Uno de los mayores atractivos del Giro, Mathieu van der Poel, solventó la primera etapa con subida al castillo de Visegrado con una victoria de brillo. Pegado a él, entró el eritreo Biniam Girmay, que parece el otro animador de las etapas de perfil clásica. Y, ya con el rosa enfundado, el neerlandés defendió el liderato en la crono de 9 kilómetros a través de las calles de Budapest.
#Giro
Los números de @mathieuvdpoel para vencer en Visegrád y conseguir la primera 'maglia' rosa:-Últimos 33" a 871W⚡
-Sprint de 22" a 939W⚡
(1121W🚀 max)-Subida completa➡️6:27 a 478W⚡ con los dos kilómetros finales a 542W (7,2 w/kg)
📽Eurosport pic.twitter.com/uT07KJqIhN
— Alberto Campos (@albercampos_) May 6, 2022
Otra etapa digna de ver y en la que MVDP y Girmay dieron el espectáculo debido fue en la octava, con un circuito propio de Mundial por la bahía y la ciudad de Nápoles. El del Alpecin-Fenix atacó casi que desde la salida, formó una fuga de muchísima nivel con el eritreo y otros corredores de calidad, y allá se fueron, a hacer camino. Solo que las fuerzas gastas por uno y otro permitieron que la fuga de la fuga, formada por Thomas De Gendt, Jorge Arcas, Harm Vanhoucke y Davide Gabburo llegara hasta la meta. Allá se impuso el incombustible De Gendt, ídolo de ídolos, cazaetapas de lujo a sus 36 años.
Desde el Etna hasta el Blockhaus
Pero, por aquel entonces, la maglia rosa ya no le pertenecía a Mathieu van der Poel. Este, en la cuarta etapa, se la había cedido al español Juan Pedro López tras la subida al Etna siciliano. El de Lebrija se coló en la escapada del día y marchó junto a ese heredero de De Gendt que es Lennard Kämna en la subida al volcán. Por detrás nadie apretó y el alemán se llevó la victoria de etapa. Juanpe se enfundó el rosa. Y desde ahí hasta hoy la ha podido defender con solvencia, con arrojo, con una gran mezcla de actitud y aptitudes.
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Lo hizo en la durísima etapa con llegada en Potenza, con un perfil de serrucho, de continuas subidas y bajas y sin un metro llano, en la que los favoritos decidieron tomarse el día libre. Y, ya de forma heroica, mantuvo la maglia rosa en la etapa de montaña —más de 5000 metros de desnivel acumulado— del domingo 15 de mayo, con final en el Blockhaus. Allá, pese a caerse a media subida y perder el rebufo de los favoritos, Juanpe tiró de casta y poderío para perder solo un minuto y medio con la cabeza de carrera. Y mantener así, al menos por unos días más, el rosa.
Solo quedan cuatro favoritos en el Giro
En esa subida al mítico puerto de los Abruzzos, hubo noticias grandes para los favoritos. Más en forma de ausencia que de presencia, pues varios candidatos perdieron minutadas que los descartan de cara a la victoria final. Giulio Ciccone, Simon Yates, o Wilco Kelderman; todos perdieron más de 9 minutos. Se sumaron así a otros candidatos iniciales que ya han perdido cualquier oportunidad en la general —Iván Ramiro Sosa, Tom Domoulin—, y, así, la carrera es cosa de cuatro. Precisamente, de cuatro que entraron de la mano en la meta del Blockhaus: Carapaz, Bardet, Almeida y Landa.
Para William Hill, el ecuatoriano es el favorito a llevarse la corsa rosa, la que sería la segunda de su carrera. Su victoria en la clasificación general se paga a 2,20 euros. Sin embargo, si alguien busca un poco más de riesgo, quizás pueda ser el momento de apostar por Mikel Landa. El vasco mostró ayer una enormes piernas. Incluso se cayó sin mayores consecuencias. Y eso puede apuntar a que sea su año. En la segunda semana destaca la media montaña, y habrá que esperar a la alta montaña de la tercera. Ese es el terreno de Landa. Su victoria final se paga a 6 euros por euro apostado.
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