Los Golden State Warriors empatan la final NBA

El TD Garden de Boston.
El TD Garden de Boston acogerá los dos siguientes partidos de la final NBA.

Después de caer con estrépito en el último cuarto del primer partido de la final NBA, los Golden State Warriors han logrado empatar la serie ante los Boston Celtics. Lo hicieron, otra vez, con un estratosférico tercer cuarto, en el que Stephen Curry alejó a los bostonianos y Jordan Poole lo sentenció. El cambio con unas semanas atrás es que los Celtics no reaccionaron en el último parcial, y se dejaron ir hasta el final del encuentro. Ahora, la serie viajará a Boston para la disputa del tercer encuentro en la madrugada del miércoles al jueves.

Aunque las apuestas siguen viendo como favoritos para el título a los californianos, lo cierto es que las cuotas se han ajustado muchísimo tras la victoria de Boston Celtics en el primer partido. Lo mismo ha sucedido con el premio para el MVP de la final NBA, para el que Stephen Curry sigue siendo el favorito, aunque ya con una ventaja menor. Y, por supuesto, la mayoría de expertos ya están prediciendo una serie que se puede alargar hasta los siete partidos. Se viene espectáculo del bueno en la mejor liga de baloncesto del mundo.

Igualdad tras los dos primeros partidos

La final NBA se prometía igualada, un duelo entre dos de los equipos más completos y e infranqueables de la temporada. Pues bien, tras dos partidos, ese pronóstico se ha confirmado: Golden State Warriors y Boston Celtics se han llevado un encuentro cada uno y la eliminatoria mantiene el empate inicial. La única diferencia con hace una semana es que los de Nueva Inglaterra han recuperado la ventaja de campo con la que no contaban al principio de la eliminatoria.

Ahora, la final NBA viaja a Boston para los dos siguientes encuentros. El tercer partido se disputará en la madrugada del miércoles 8 al jueves 9 de junio, mientras que el cuarto partido tendrá lugar en la del viernes 11 al sábado 12. Golden State deberá robar al menos uno de los dos enfrentamientos si quiere recuperar la ventaja de campo. Y lo que es seguro, al menos tras lo visto hasta este momento, es que el espectáculo estará asegurado en la ciudad de Massachussets.

Boston comenzó la final NBA por todo lo alto

Porque, si algo ha quedado claro por ahora en esta final NBA, es que no hay duda de que los dos mejores equipos de la temporada están presentes en ella. Lo han demostrado en días diferentes. El primer partido fue el momento de los Boston Celtics, que permanecieron agazapados durante dos cuartos, aguantaron en el tercero el chaparrón de golpes de los Warriors, y sentenciaron en el cuarto. Fueron, como Homer Simpson en el capítulo en el que se convertía en boxeador, unos grandes encajadores.

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Porque tras el habitual recital californiano en el tercer parcial, Boston se repuso como nadie lo haría: con 40 puntos en un cuarto; con un festival de triples por parte de Derrick White, Al Horford y Marcus Smart; con un Jaylen Brown que lideró al equipo en ausencia de un Jayson Tatum desacertado. Tal fue el puñetazo en la mesa de los de Ime Udoka en ese encuentro inaugural que la mayoría de casas de apuestas ajustaron sus predicciones. Aunque, como se acabó por ver, todavía quedaba mucho.

Los Warriors retoman posiciones

Y es que en el segundo encuentro los Warriors le dieron la vuelta a la tortilla. Comenzaron faltos de confianza, de frescura, fallando tiros fáciles debajo de la canasta, sin su típico y fluido movimiento de balón. Pero aguantaron. Supieron reponerse al acuerdo de los dos Jays, Brown y Tatum, y sacaron todas sus armas, otra vez, en el tercer cuarto. Aunque esta vez se encargaron de sentenciar a su rival y no dejar opción alguna para el último parcial.

El tercer cuarto del segundo partido fue toda una obra de arte por parte de las huestes de Steve Kerr. Primero, con una defensa dura, física, liderada por especialistas como Draymond Green, Kevon Looney y Otto Porter Jr. Luego, con todo un recital de Stephen Curry a la hora de anotar de formas imposibles en los momentos que a su rival más le duele. Y, por último, con la conexión de un Jordan Poole que parecía perdido para la causa. Kerr aguantó al joven en el banquillo durante gran parte del tercer cuarto, perdido hasta ese momento en la final NBA, y cuando el viento soplaba a su favor lo puso en pista. Poole contestó con dos triples estratosféricos, la renta se fue a los 20 puntos y el partido se acabó. 1-1.

Las apuestas de la final NBA se aprietan

Los resultados y las sensaciones que han dejado estos dos primeros partidos en San Francisco es que la final NBA, en contra de lo que algunos pudieran pensar, está muy igualada. Por ahora, el reparto de asaltos es de 1-1 y Boston Celtics ha recuperado la ventaja de cancha, un detalle que se ha reflejado en las cuotas de las casas de apuestas. Por ejemplo, Bwin ya ve muy poca diferencia entre candidatos: el anillo de los Golden State Warriors se paga a 1,87 euros por euro apostado, por los 1,95 de los Celtics. El MVP de la final NBA también está apretado: 2 euros para Curry, 2,35 para Tatum.

La cosa está tan igualada que, de haber algún consenso, ese sería respecto a cuánto se va a alargar la serie. La opción más señalada es la de que la final se va a ir a siete partidos. Y, en ese escenario, en San Francisco, quizás no sea mala opción apostar por una victoria de los Warriors con premio para Stephen Curry.

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