Los Golden State Warriors acarician ya su cuarto título en ocho años, el que sería la confirmación definitiva para una dinastía de ensueño. Una que arrancó desde el draft, labró sobre su núcleo duro el primer título —Draymond Green, Stephen Curry, Klay Thompson y Andre Iguodala—, añadió a Kevin Durant para sumar otros dos y, ahora, de vuelta a sus raíces, tiene a una victoria más el cuarto. Porque ayer, lunes 13 de junio, el equipo de San Francisco se hizo fuerte en su casa y superó a los Boston Celtics (104-94) para poner el 3-2 en las finales de la NBA.
No fue el mejor partido de su estrella, Stephen Curry, que por primera vez en más de 200 partidos entre liga regular y playoff se fue sin anotar un triple. Pero a falta del jugador que los llevaba sosteniendo en las finales durante cuatro partidos, aparecieron el resto. Andrew Wiggins jugó un auténtico partidazo, adelante y atrás, para acabar con un doble-doble monstruoso: 26 puntos y 13 rebotes. Estuvo también bien Klay Thompson, que parece ir entonándose con el paso de los partidos. Y hasta Draymond Green tuvo su momento en ataque. Todo ello, y unos Boston Celtics erráticos durante grandes tramos, hizo que el discreto partido de Curry no importase. El anillo está más cerca de la Bahía de San Francisco.
El broche de la cultura Golden State Warriors
El regreso soñado para los Golden State Warriors está cerca. El equipo del norte de California, que ha sido un modelo sobre cómo dirigir una franquicia NBA en los últimos años, está a tan solo una victoria de poner el broche de oro a la cultura que generaron entre sus despachos y las pistas. Porque tras derrotar por 104-94 a los Boston Celtics en el quinto partido de las finales NBA, los Golden State Warriors solo necesitan otro triunfo para levantar el que sería el cuarto anillo en ocho años. Este último quizás el más valioso de todos, por cómo se ha producido.
Porque el último viaje a las finales de los Golden State Warriors fue en el ya lejano junio de 2019, cuando las lesiones de Kevin Durant y de Klay Thompson fueron un lastre demasiado grande para competir contra los Toronto Raptors.
LA PELÍCULA DEL GAME 4
Cuatro minutos para volver a disfrutar del show de Stephen Curry. #BasketAlDía pic.twitter.com/7rKtmRfxQ9
— NBA en Movistar Plus+ (@MovistarNBA) June 13, 2022
El primero de ellos decidió irse ese mismo verano a recuperarse en Brooklyn tras firmar con los Nets, y el segundo encadenó dos años sin pisar una pista tras lesionarse la rodilla primero, el Aquiles después. Pero los Warriors persistieron. Hicieron un año 2020 horrible, en el que incluso Stephen Curry acabó lesionado. El 2021 fue un poco mejor. Pero esta temporada ha sido la de su regreso. Denver Nuggets, Memphis Grizzlies y Dallas Mavericks cayeron en las rondas previas a la final, y ahora marchan 3-2 en las NBA Finals.
El primer día mal día de Stephen Curry
No es que haya sido fácil este viaje a las finales ante los Boston Celtics. La mejor defensa de la NBA ha tenido contra las cuerdas a los Golden State Warriors durante los primeros cuatro partidos, negando casi que cualquier vía de anotación fácil que no fuese Stephen Curry. Pero claro, eso es decir mucho. Porque Curry ha sido el salvavidas ante unos bostonianos que parecieron favoritos durante grandes tramos de la final. Comenzaron dando la sorpresa con su asalto a San Francisco, tras lo que se pusieron 1-0 en la final. Y su segundo puñetazo llegó con el 2-1 en el TD Garden de Boston. Pero justo tras ellos, Curry siempre volvía con una actuación espectacular. Especialmente, la del cuarto partido.
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Ayer, 13 de junio, Stephen Curry no tuvo su mejor partido, ni mucho menos: cero triples, menos del 32% en tiros de campo, 16 puntos. Y sin embargo, a los Golden State Warriors les dio igual. Agarrados al partidazo de Andrew Wiggins, a la inspiración por momentos de Draymond Green, al acierto de un Klay Thompson que se va entonando con el paso de los partidos en la final, sentenciaron a unos Celtics demasiado erráticos, demasiado irregulares.
Unos Boston Celtics ciclotímicos
Porque la cantinela con Boston ha sido la misma durante todas las finales, casi que durante todos los playoff. Han encadenado momentos de genialidad y de mostrarse como el mejor equipo de la NBA —el cuarto partido del primer encuentro, el tercer encuentro— con otros donde son un equipo tremendamente inseguro, frágil. Y en el quinto partido, salvo en el tercer parcial, se mostraron como ese equipo que parece marchar unos kilómetros por detrás de los Golden State Warriors en cuanto a madurez.
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En el cuarto parcial no apareció Jayson Tatum, que llevaba un partido a un altísimo nivel. Tampoco Jaylen Brown, que estuvo desaparecido durante los 48 minutos. Y los flashes de Marcus Smart o Robert Williams II durante el resto del partido fueron demasiado poco argumento para un equipo que quiere aspirar al anillo.
Las casas de apuestas apuntan a los Golden State Warriors
Las sensaciones dejadas por los Boston Celtics y el marcador actual de las finales, con ese 3-2 favorable a los Golden State Warriors, ha hecho que las casas de apuestas se hayan decantado de forma definitiva. Aunque en Marathon Bet creen que Boston Celtics son el favorito para el sexto partido en el TD Garden —madrugada del jueves al viernes—, también ven el anillo de los de Steve Kerr muy cerca. El título para los Warriors se paga a 1,23 euros por euro apostado, por 4,15 de los Boston Celtics.
Quizás, visto lo visto con la desconexión del Game 5, no sea tan mala idea apostar por una victoria de los Golden State Warriors en su visita a Boston. Se paga a 2,55 y, al menos en el último encuentro, los Celtics parecieron ya noqueados.
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